La “acrasia” podría definirse
como la actitud o la acción totalmente contraria a lo que uno cree que debe
hacer o se ha propuesto.

Pues bien, este tipo de
comportamiento también se da en la acción comercial en muchos casos. Explico en
qué circunstancias.
El comercial tiene que ser una
persona no sólo documentada, sociable, con cierta capacidad de “atracción”,
carismática, etc., sino además debe ser capaz de trabajar con hábito, tener un
método que le permita alcanzar sus
objetivos, ser perseverante en este método y cuantificar su actividad y su éxito, medirlo y poner lo medios oportunos para mejorar.

Herramientas para combatir la
acrasia:
ü Generar
el hábito de revisar un cuadro de actividad semanal y un cuadro de resultados.
ü Mantener
la reunión de revisión con un responsable con el que discutir mejoras que se
pueden aplicar.
ü Utilizar
un gestor de tareas para el seguimiento del trabajo, en el que revisar cómo
lleva sus compromisos con los clientes.
Como siempre me tenéis a vuestra disposición en smorales@gesalmed.es