Hoy me acerco a vosotros con esta reflexión sobre esta “ley
comercial” que hemos de tener en cuenta, “Hazlo todo pensando en el futuro”,
que te puede traer sorpresas.
El cliente que hoy no cuadra en nuestro target es posible
que cuadre en el futuro, deja siempre una muy buena impresión en él, aunque
hayas decidido que hoy no vamos a poder hacer nada con él.
Ten en cuenta que los clientes evolucionan, que nuestro
mercado evolucionará, que las condiciones del mercado cambian, que productos
que hoy hemos retirado del mercado, dentro de un tiempo pueden volver a ser nuestro
principal activo, incluso cuando hablamos de tecnologías nos podemos encontrar
con que hay un producto que, sujetos a modificaciones, vuelve a estar “en la
cresta de ola” del consumo.
No olvides que los clientes pasan por mejores y peores
momentos. En mi ya larga experiencia he visto clientes que tenían una sola
tienda y que hoy controlan ochenta almacenes en la geografía nacional, gracias
a que siempre mantuve una excelente relación con él, hoy soy tenido en cuenta y
puedo optar a darles servicio.
Por lo tanto, que tu actitud frente a él sea siempre
excelente, estoy seguro que te recordará en el tiempo y, si encuentra una
posibilidad, contará contigo.
Por otro lado piensa que si has dejado una buena huella en
él, en el futuro puede llegarle la ocasión de prescribir tu servicio, quizá
nunca le sirvas a él directamente, pero sí es posible que él recuerde quien
eres, a qué te dedicas y encuentre en su entorno una empresa que precise de tu
actuación. Si has “sembrado” bien, recogerás buenos frutos.
He firmado contratos con empresas que lo único que habían
recibido de mí era una excelente referencia de algún amigo o colaborador de su
empresa, siempre les estaré agradecido.
En definitiva, piensa siempre en el futuro. Piensa en el
futuro hasta cuando estés conduciendo, piensa que a ese al que le has hecho
mala cara puede ser el gerente de la empresa que vas a visitar mañana.
A mí me
ha pasado perder un negocio porque el día anterior había tenido un desencuentro
con una persona que, hasta entonces, para mí era anónima. Imagínate que cara se
me quedó cuando al día siguiente la encontré en la mesa de trabajo en la que
íbamos a discutir un contrato de servicio.
Como resumen, como persona que se mueve en el mundo
comercial, en el mundo de los negocios, debes pensar siempre en el futuro cuando
tengas personas delante, porque:
- Como cliente puede crecer y entrar en el target de clientes que tú tratas.
- Dejando una buena huella, ese cliente puede prescribir tus servicios aunque él no los use.
- Porque las personas anónimas que nos encontramos a diario, un día pueden dejar de serlo y convertirse en los gerentes a los que necesitas convencer con tu producto o tu servicio.
Como siempre, estoy a tu disposición en smorales@gesalmed.es