Pues sí, aunque parezca mentira y aunque aquellos que
estamos llamados a provocar la venta de nuestros productos o nuestros
servicios, éstas tienen que tener un límite, sobre todo cuando hablamos de solvencia del
cliente.
Son muchos los casos en los que el comercial sigue
obteniendo compromisos de venta de un cliente, mientras que la empresa, en los
casos en que trabaje por cuenta ajena, o su propia administración en caso de
profesionales autónomos o propietarios de sus propias pymes, aconsejan limitar
el volumen de venta a un cliente determinado.
Al final es muy importante estar disciplinado en este asunto
y seguir las directrices del departamento de administración, porque se trata de realizar ventas
de calidad, ventas que, ejecutadas, puedan ser cobrables. Cuando administración
indica que la solvencia del cliente es dudosa hay que hacer caso, buscar, si es
posible, formas de pago al contado, que garanticen que la venta se va a llevar
a cabo de forma óptima hasta el final.
Vender a toda costa nos puede suponer acumular morosidad
innecesaria, cuando hoy tenemos herramientas que nos permiten conocer, de
antemano, la solvencia real del un cliente.
Es cierto que lo peor que le puede suceder a un vendedor es que le limiten sus posibilidades de COMERCIAR, pero, como hemos dicho en otros
capítulos, la calidad de la venta es fundamental para garantizar la
rentabilidad de la actividad general de la organización.
Herramientas:
- - Mantente en contacto continuo con la administración de tu organización.
- - Estudia posibilidades con tu cliente, cuando éste trabaje en sus límites de crédito.
- - Sigue la cuenta de tu cliente diariamente, para poder asesorarle lo mejor posible.
- - Admite siempre la información que te ofrece tu administración, como la mejor herramienta para VENDER CON CALIDAD.
Como siempre estoy a vuestra disposición en
smorales@gesalmed.es
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